GUIONES BLOODY MARY & EN PENITENCIA, COMO SIEMPRE
GUIONES BLOODY MARY & EN PENITENCIA, COMO SIEMPRE
BLOODY MARY ®
ESCENA 1 – CALLE – EXTERIOR / DÍA
Diferentes mujeres, todas hermosas, atraídas por alguien que pasa pero que no aparece en pantalla. Proliferan licenciosos propósitos de conquista. MUJER 1 muerde sugestivamente su labio inferior; MUJER 2 pasa la lengua por sus labios, lasciva; MUJER 3 desliza un bretel de su hombro.
Frenada.
Al volante de un auto deportivo CASTAÑA, vestida con muy poco. Se baja exhibiendo con descaro sus largas piernas, enfundadas en medias provocativas, y apremia.
CASTAÑA
¡Llegó la loba feroz, buñuelo, para comerte mejor!
Avanza firme, resuelta. Su presa no se ve pero se oye.
SQÜIGGLE (Off, gutural):
“Aaaaghhh...”,
Simultáneamente con el sonido disonante de SQÜIGGLE, acelerada del auto y alejamiento.
ESCENA 2 – BIBLIOTECA – INTERIOR / DÍA
Bajo las mesas de una biblioteca pública: piernas de lectores sentados, piernas de otros parados frente a los anaqueles, y piernas en tránsito de un lugar a otro. La imagen se debe crear como desde los ojos de alguien que se oculta, reptando por el piso hacia adelante. En un espacio entre las estanterías parece que el furtivo personaje encuentra un escondrijo en el que busca instalarse arrastrándose hacia atrás, siempre en el piso. Parece haber encontrado reparo pero de atrás surge una mano femenina con largas y cuidadas uñas que le acaricia la barbilla por sobre su hombro. Es una MOROCHA con medidas para un almanaque que desde el suelo parece monumental.
MOROCHA
¡Hora de mi almuerzo, churrasquito, y yo con un hambre voraz!
SQÜIGGLE (Off)
¡¡¡Ughhh...!!!
Sorprendidos por el gemido que es casi un grito los lectores levantan las cabezas, como buscando el origen.
ESCENA 3 – PASILLO LARGO CON PUERTAS – INTERIOR / NOCHE
Una alta figura avanza cautelosamente, pegada a las paredes. Es SQÜIGGLE, que va buscando los sectores oscuros, evadiendo las zonas más iluminadas.
Se percibe su respiración sofocada.
Se apoya en la pared, escondido detrás de una ornamentación.
Toma aire.
SQÜIGGLE asoma cautelosamente. Se anima a avanzar de nuevo, con gran sigilo, cuando de pronto una puerta se abre, surgiendo de otro ambiente una luz brillante que envuelve a RUBIA, mujer voluptuosa. RUBIA no pierde tiempo y atrapa como una araña a una mosca al desamparado SQÜIGGLE.
Del cuarto surge una música entre erótica y sobrecogedora.
RUBIA
Todo mío, bombón, te voy a comer ya mismo, poco a poco, despacito...
Y SQÜIGGLE es ingresado de un tirón mientras la puerta se cierra a sus espaldas.
Puerta que se cierra.
SQÜIGGLE (En Off, como ahogado)
¡Aaauuuxiliooo...!
ESCENA 4 – DORMITORIO – INTERIOR / NOCHE
Caída de un cuerpo al suelo.
Poco envuelta en una sábana satinada una deslumbrante PELIRROJA sonríe zumbona mirando hacia abajo desde la cama. En una mano un Bloody Mary, en la otra un cigarrillo engarzado en una larga boquilla.
PELIRROJA
Vamos, caramelo, que todavía falta la frutilla del postre...
SQÜIGGLE (Off – Jadeante y con un hilo de voz)
Compasión... compasión...
Ve acercarse el cáliz con el Bloody Mary, amenazante. Una bocanada de humo acompaña...
Se escucha toser a SQÜÏGGLE y una carcajada vampírica.
ESCENA 5 – CONSULTORIO FUTURISTA – INTERIOR / DÍA
Dos figuras en contraluz, una acostada, la otra sentada tomando notas en algo que parece una Palm.
SQÜIGGLE (Angustiado)
No puedo más, doctor, me esfuerzo, pero no me da más el cuerpo. No tengo más energías, doctor, estoy agotado.
DR. TRIANGL
Sosiéguese, Sr. SQÜIGGLE, relájese, shhh... A ver, cuénteme, con calma, desde el principio.
SQÜIGGLE (Sollozante)
Son monstruos, doctor, insaciables. No puedo descansar, no puedo ocultarme. Esas criaturas espeluznantes me persiguen, doctor, y siempre me encuentran. ¡Me capturan, me mastican...! ¡Dr. Triangle, libéreme, sálveme, no puedo más, estoy hecho un trapito...
SQÜIGGLE se va exaltando hasta llorar desesperadamente. Sus dedos con ventosas se aferran al uniforme del DR. TRIANGL que intenta desprenderse del atormentado SQÜIGGLE sin éxito. El señor SQÜIGLE es la pura imagen del abatimiento. Su piel verde luce desteñida, opaca, las orejas caídas, el pelo de los lóbulos parece ralo. El DR. TRIANGL logra pulsar el intercomunicador, haciendo equilibrio porque con sus últimas fuerzas SQÜIGGLE se resiste y no lo suelta.
DR. TRIANGL
Señorita Fliuflixs, venga de inmediato.
Aparece al momento la bella enfermera FLIUFLIXS, enrulándose hechicera su azul bigote.
DR. TRIANGL
Una dosis doble de tranquilizante, enfermera, ya mismo.
Tiene que dormir, Sr. SQÜIGGLE. Ajustamos sus ondas cerebrales y lo dejamos cero parsecs.
SQÜIGGLE
Está bien, estoy tan cansado... ¡¡¡No, no, dormir no, doctor Triangl, por favor!!! (Suplicante) ¡Cierro los ojos y las horrendas bestias aparecen y me comen vivo!
La que aparece es la señorita FLIUFLIXS con un Bloody Mary en la mano.
SQÜIGGLE (Aterrado)
¡¡¡Nooooooo!!!
El Dr. TRIANGL sacude la mano produciendo un cascabeleo. Se abre una pared e ingresan dos asistentes médicos más altos y corpulentos que los personajes que ya conocimos. Parece que se deslizan. Sujetan al Sr. SQÜIGLE sin esfuerzo pero sin brutalidad. El paciente patalea sin éxito, mirando aterrado como la señorita FLIUFLIXS le acerca el vaso con Bloody Mary. Su punto de vista tiene similitud al de las escenas 2 y 4. La imagen de la enfermera se disuelve como entre una humareda.
ESC.6 – SALA DE REPOSO – INTERIOR / NOCHE
Cuatro pacientes se encuentran en estado de suspenso, entre ellos el Sr. SQÜIGGLE. Hilos delicados conectan sus cabezas y extremidades a instrumental médico. Parecen flotar, tranquilos. Una auxiliar sanitaria de esta sección controla las conexiones y toma nota en un equipo similar al que usa el Dr. TRIANGL.
Música relajante.
Detrás de una pared vidriada, donde está el control general, el Dr. TRIANGL se saca los auriculares, se acomoda su penacho multicolor, suspira compasivo y acaricia libidinoso la terminación plumífera de la enfermera FLIUFLIXS, que se enrula seductora su lindo bigote azul.
ESC.7 – PASILLO HOSPITAL – INTERIOR · EXTERIOR / NOCHE
Se alejan el Dr. TRIANGL y la enfermera FLIUFLIXS por un pasillo, cruzándose con personal del hospital. La pared transparente permite ver la vegetación y lejanas luces.
FIN
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EN PENITENCIA, COMO SIEMPRE ®
ESCENA 1 – JARDÍN CASA AMALIA – EXTERIOR/DÍA
Casa grande, con galería que da al amplio jardín. El jardín está separado del de la casa vecina por un frondoso ligustro. En el suelo y sobre pilastras hay distribuidas macetas, tan floridas como el terreno. Es una mañana primaveral.
AMALIA sale de la casa, vestida pulcramente y bien peinada. Lleva una muñeca en brazos.
MADRE DE AMALIA (Off)
Por una vez, Amalita, te pido que estés quieta. Enseguida salimos a misa, no me hagas renegar.
Sobre una silla de jardín ha quedado una cuerda. Amalia la toma, momento exacto en que se deja ver su MADRE por la ventana, arreglándose los últimos detalles del sombrero.
MADRE DE AMALIA
¡No! ¿Qué te dije? Nada de saltar, no te ensucies que ya nos vamos.
AMALIA resopla, se rasca una pierna con el otro pié. Avanza por el jardín con la muñeca agarrada de una mano y la cuerda de saltar en la otra, arrastrando ambas por el pasto. Empieza a girar haciéndolas volar.
Por un claro de la ligustrina aparecen reptando ERNESTO y su perro. El perro ladra y AMALIA frena pero la inercia del movimiento hace que golpee a una maceta con la muñeca. La maceta se hace añicos.
Ruido un poco exagerado de la maceta contra el piso.
MADRE DE AMALIA (Off)
¡¡¡Amaliaaaaa, vení acá de inmediato!!!
AMALIA (a ERNESTO)
¿Vas a misa?
ERNESTO
No, estamos castigados, nos encontraron saltando en los sillones. Je, también estamos escapados...
ESCENA 2 – SALÓN CASA AMALIA – INTERIOR/DÍA
AMALIA en penitencia, sentada en un escabel mirando hacia la pared.
MADRE DE AMALIA
Quieta ahí, sin moverte, hasta que volvamos. No sé qué más hacer con vos, Amalia, no sé.
Continúa mientras se va, hablando consigo misma.
MADRE DE AMALIA
No sé qué hacer con esta chica.
Sonido de puerta cerrándose.
ESC.3 – JARDÍNES CASAS DE AMALIA Y DE ERNESTO – EXTERIOR/DÍA
Otro día. AMALIA, ERNESTO y el CAPITÁN juegan a la pelota, haciéndola ir y venir por sobre la ligustrina. Vuela un pelotazo que destruye un farol en la casa de ERNESTO.
MADRE DE AMALIA (Off)
¡¡¡Amaliaaaaa, vení acá de inmediato!!!
MADRE DE ERNESTO (Off)
¡¡¡Ernesto, vení acá de inmediato!!!
ESC. 4 – SALÓN CASA DE AMALIA – INT-EXT / DIÁ - ATARDECER
AMALIA en penitencia.
MADRE DE AMALIA
¡Sos una varonera, Amalita! Una señorita se debe comportar bien, así no te vas a casar nunca. No te movés hasta que te dé permiso. Y hoy no comés postre.
Amalia resopla.
MADRE DE AMALIA
¡No resoples, Amalia, es mala educación! Una señorita no resopla.
Amalia sola, sentada en el mismo escabel que la vez pasada, se aburre como un hongo. Cambia de posición en el asiento, sube y
baja las piernas. La luz del día va declinando. AMALIA descubre un hilo suelto y empieza a tirar hasta que se corta y queda descosido parte del dobladillo de su vestido. AMALIA mira recelosa hacia la puerta y entonces siente un chistido. Por la ventana abierta asoman ERNESTO y el perro CAPITÁN.
AMALIA (susurrante)
¿Te escapaste?
ERNESTO (también en un murmullo)
No, estuve un rato en penitencia y después vino mi papá y dijo que mejor castigo era limpiar la cocina. El Capitán estuvo en penitencia también...
ERNESTO abraza a su perro.
El perro confirma con un gemido.
AMALIA se levanta y se acerca caminando en puntas de pié. También abraza a CAPITÁN y lo besa en la cabeza. ERNESTO, sonriente, saca una gran galleta casera del bolsillo y se la da a AMALIA.
ERNESTO
Limpié bien la cocina...
Se escucha movimiento del otro lado de la puerta.
AMALIA regresa a toda velocidad a su asiento mientras ERNESTO y el CAPITÁN se esfuman. La puerta se abre y entra la MADRE de AMALIA que prende una luz.
MADRE DE AMALIA
Suficiente por hoy, espero que hayas aprendido. Andá a lavarte para la cena.
AMALIA se incorpora con las manos a su espalda, como modosa, pero lo cierto es que está ocultando el bizcocho que le regaló su amigo. Al pasar al lado de su MADRE cambia la posición de la mano para seguir escondiendo el obsequio. Se aleja vencedora por el pasillo pero debe frenar de repente. Sin darse vuelta escucha.
MADRE DE AMALIA
¡Amalia! ¡Tenés el dobladillo descosido! ¿Cómo es que te las ingeniás para romper todo, hija, aún estando quieta? ¿Qué voy a hacer con vos? (Con un suspiro) Andá y cambiate el vestido también.
AMALIA sigue su camino, relajando su expresión, con la preciada galleta a salvo, no descubierta.
ESC. 5 – JARDÍNES DE AMALIA Y DE ERNESTO – EXT/DÍA-ATARDECER
Setenta y tantos años después:
AMALIA está sentada en una silla de jardín en la galería. Se ve en el jardín aledaño a dos niños en edad de primeros años de escuela inicial jugando a la pelota. MARCOS patea y la pelota se pasa al jardín de AMALIA.
ANITA
¡Yo voy!
ANITA pasa por el espacio histórico de la ligustrina, su perro va con ella. ANITA saluda con la mano a AMALIA que responde de la misma manera. ANITA tira la pelota con fuerza.
Ruido de vidrios rotos. Puerta que se abre.
Sale la MAMÁ, enojada. MARCOS está petrificado, ANITA se tapa la boca con la mano. El perro se esconde bajo la mesa al lado de AMALIA.
MAMÁ DE ANITA Y MARCOS
¡¡¡Ya mismo los dos vienen para acá!!! ¡Adentro, y no quiero escuchar ni una palabra!
La MAMÁ abre los brazos comunicándole desde la distancia su impotencia a AMALIA. AMALIA sonríe divertida, se acomoda en la silla y cierra los ojos.
MADRE DE ANITA Y MARCOS (Off)
Están castigados, dos días sin televisión, ¿está claro?
El álbum de fotos que sostiene AMALIA se desliza ligeramente cuando su mano ya no lo sostiene. AMALIA niña se desprende de su cuerpo actual. El perro la ve y se incorpora.
AMALIA (Con voz adulta, en Off, al perro)
Fue divertido. Ahora también, ¿no te parece?
El perro se estira y acompaña a AMALIA niña. Atravesando el jardín van hasta el boquete del ligustro y pasan por ahí. Del otro lado AMALIA ya no está. El perro duda, busca un momento, se sienta, espera atento, pero por fin comprende y se va para su casa.
ESC. 6 – DEL JARDÍN A UNA HABITACIÓN – EXT-INT / ATARDCER
Una brisa primaveral mueve las hojas.
Leves risas infantiles y adultas que parecen jugar en el aire.
El perro escucha y se sienta. ANITA y MARCOS se asoman cautelosamente por una ventana.
ANITA
¿Oíste?
MARCOS
Es el viento.
ANITA
¿El viento se ríe?
MARCOS
A veces. Tengo hambre...
ANITA saca una golosina machucada de un bolsillo. Abren el paquete y comparten, los dedos y la boca sucios de chocolate derretido. Dejan al perro que los lama, todos sin hacer ruido, porque están en penitencia, como siempre...
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